lunes, 21 de marzo de 2016

La Soga del Muerto...

Hace poco más de 10 años inicié mi proceso de sanación personal; y el día de hoy puedo decir que este ha concluido de manera exitosa; soy una mujer completamente diferente a la niña-joven que buscaba con desesperación su lugar en este mundo. He dejado mis bloqueos, mis dudas, mis tristezas y mis miedos atrás; he lavado mi dolor con un caudal de lágrimas y he debido aprender de la forma más difícil, a través del día a día y las pruebas que la Vida y el Universo me han puesto; de que y para qué estoy hecha. 
Hoy, me siento por fin completa; tengo un hombre maravilloso a mi lado que ha sido pieza clave en todo mi proceso; ya que cuando otras personas, e incluso yo misma no creíamos en mí; él sí lo hizo y en todo momento me alentó a buscar mi destino y seguir mi propio camino. Tengo tres hij@s precios@s que me escogieron para ser su madre, y para venir a enseñarme nuevas lecciones cada día y hoy que por fin he entendido y asimilado todo el aluvión de "calamidades" o pruebas que me fueron puestas; la Vida y el Universo comienzan a recompensarme y yo comienzo a cosechar los frutos de todos estos años de trabajo invertidos en mi persona. El camino ha sido duro, el proceso muy difícil y el aprendizaje ha sido inmenso. El día de hoy cierro un capítulo muy largo y estoy lista para iniciar otro; uno que hasta hace días me parecía que sería mi mayor prueba hasta ahora, pero ya no más pruebas; lo que viene será muy distinto, estoy lista para todo...
Hace unos 8 años tuve conocimiento de lo que es la Ayahuasca, en teoría claro; y como persona curiosa que soy, me dediqué a investigar y recabar toda la información que pude sobre ella; en ese momento nació en mí el fuerte deseo de tomarla, y en mi interior, me aseguró que algún día eso pasaría; incluso llegué a pensar que debería viajar al Amazonas para poderlo hacer; en ese momento no tenía los medios económicos para realizar un viaje así y sigo sin tenerlos; pero el día de hoy estoy totalmente convencida de que en esta vida nada es casualidad y que cuando algo es para ti, llega cuando te tiene que llegar; no antes no después.
Antes de seguir contando mi experiencia les diré a grandes rasgos que es la ayahuasca, para quienes no la conozcan. Quienes sí lo sepan, igual pueden saltarse esta parte y seguir leyendo más abajo mi vivencia con esta medicina.
La Ayahuasca es una planta, una liana; originaria del Amazonas la cual mezclada con otra planta llamada Chacruna da como resultado la Bebida (Medicina, brebaje, pócima, infusión), llamada Ayahuasca (también llamada Yage o La Soga del Muerto). Utilizada desde hace más de 5000 años por los Chamanes, Curanderos o Maestros Ayahuasqueros del Amazonas como un camino para obtener la expansión de la conciencia (Sujeto – Alma). Y en tiempos actuales es usada en Perú en centros para rehabilitar toxicómanos o personas adictas a drogas duras o prohibidas y drogas legales como pastillas antidepresivas. 

La bebida que se extrae de la planta Ayahuasca es la mayor fuente Vegetal conocida de dimetiltriptamina (DMT), este es un neurotransmisor producido naturalmente en nuestro cerebro desde la glándula pineal que es responsable de los sueños en la fase REM del descanso inconsciente. 
La Ayahuasca activa la glándula Pineal, esta glándula está estrechamente relacionada con las experiencias místicas y religiosas. La Ayahuasca es el relajante más potente del planeta que fue patentado en USA como antidepresivo y declarado patrimonio Cultural en el 2008 por el Gobierno Peruano según la RESOLUCIÓN DIRECTORAL NACIONALNº 836/INC. 
Así como la DMT está presente en la bebida Ayahuasca, nuestro propio cerebro produce y segrega naturalmente esta sustancia, la cual es la responsable de los sueños nocturnos. Es decir, cuando una persona se duerme, su cerebro empieza a segregar una sustancia química, equivalente a la DMT de la Ayahuasca, que permite precisamente, que la persona sueñe. El efecto de beber Ayahuasca, es entonces, algo así como experimentar un sueño, pero mientras estamos despiertos, o sea sueños lúcidos. Sentir los efectos de la Ayahuasca, es como soñar, pero con plena conciencia del contenido de las imágenes y de los contenidos emocionales que tiñen el sueño. Esto es, acceder a la infinita información que contiene nuestro sub-conciente o mundo espiritual. 

La ayahuasca coloca al cerebro en estados ampliados de vibración, trabajando de forma óptima y es así, como la persona alcanza estados elevados de conciencia. La ayahuasca NO es una droga, NO crea dependencia, NO provoca estados de alucinación desequilibrados, ni existe pérdida de la conciencia, por el contrario, el sentimiento es de total control, mayor lucidez mental, control del cuerpo, se sabe perfectamente donde se está. 
Cerca de 20 minutos luego de la ingestión de la ayahuasca, la conciencia se altera, cambiando las ondas cerebrales. Normalmente ocurre una reducción de la frecuencia respiratoria, disminución del metabolismo, de la presión sanguínea, cambio en el pH, etc y con ello aumenta la sensibilidad auditiva, olfativa, de la visión y el tacto. En este nivel de capacidad paranormal, aflora espontáneamente despertando las neuronas, aumentando la capacidad intelectual y creativa. 
El resultado es la pacificación gradual de la personalidad y de la mente, disminuyendo la ansiedad y el miedo, equilibrando el sistema nervioso (razón y emoción), permitiendo de esta forma que el cerebro pase gradualmente de estados Beta (actividad normal) hacia ondas Alfa (relajación) y llegando a los profundos estados Theta, donde ocurren las experiencias de éxtasis místico espiritual. 
Estas experiencias generalmente se asocian a ideas personales, idealizaciones intelectuales, reacciones afectivas así como experiencias espirituales y místicas profundas. 
Diversos estudios realizados por las entidades que comparten la ayahuasca certifican que los usuarios se vuelven personas equilibradas, con salud óptima y memoria, que poseen facilidad de aprendizaje, mayor paz de espíritu, un profundo respeto por la naturaleza y buscan de forma equilibrada promover la paz y la armonía. 
También se observan alteraciones de los parámetros básicos de la experiencia – identidad personal, conexión con el mundo exterior, temporalidad y los sentimientos de significación. En el pasado y hasta hoy la ayahuasca es uno de los pilares centrales de varias culturas tribales de la Amazonia. 
Resumiendo, la ayahuasca es una planta maestra que al ingerirla saca de nuestro interior eso que necesitamos sanar en ese momento de nuestra vida; la medicina bucea en nuestra propia oscuridad y hace emerger nuestros miedos, bloqueos y recuerdos negativos para sanarlos. O sea, que gracias a ella tomamos un atajo en nuestro camino espiritual, para llegar más rápido a la meta.
Como les comenté al principio de estas líneas, desde hace años yo tenía muchas ganas de tomarla, era una experiencia que me llamaba pero por distintas razones no pude hacerlo; al parecer en esto de sanarme a mi misma, me tocaba hacerlo de la manera difícil, sin atajos ni soluciones rápidas, sino que debía aprender, sacar y sanar todo lo que traía dentro de mí sin ayudas externas. La abuelita, como también llaman a la ayahuasca, te escoge y llega a tí en el momento que debe hacerlo, no antes, no después; y visto de esa manera, no era mi momento. A mediados del año pasado por fin sentí que mi proceso había terminado, ya podía hablar de mi pasado sin que este me doliera; por fin lo había entendido todo, el porqué de todo lo que me había sucedido, el porqué escogí esta vida que estoy viviendo, porque decidí venir al mundo y sobre todo, porque la vida y el Universo me lo pusieron tan difícil; fue algo curioso y maravilloso a la vez, como si las piezas de un rompecabezas se fueran colocando en su sitio todas al mismo tiempo. Por fin, después de tantos años, el miedo, el dolor y las lágrimas se habían ido; me sentía completa, plena, feliz...
Y sintiéndome así, el Universo puso ante mí la que hasta hace unos días consideraba sería mi última gran prueba: reencontrarme con mi pasado, volver al lugar donde inició todo, donde fui tan feliz y tan infeliz al mismo tiempo. Algo dentro de mi me decía que ya estaba lista, no sentía miedo pero si zozobra y ansiedad, y dentro de mí, pedía a gritos algo que me confirmara que todo iba a salir bien.
Y entonces, de repente; la ayahuasca llegó a mi; cuando menos me acordaba de ella, un día de repente, mi esposo me envió una información que había encontrado, de unas ceremonias que eran realizadas aquí en la ciudad donde vivo (yo que me veía viajando al Amazonas para tomarla); y en menos de dos semanas, se arregló todo para que yo pudiera participar en una de ellas. Después de todo lo que había leído sobre ella lo único que se me ocurrió pedir al momento de tomarla fue despertar algún poder dormido, también pensé que sonaba muy ególatra de mi parte pedir poder y que lo más probable es que la medicina me sacaría algún miedo que siguiera por ahí bien escondido en mi interior; de igual forma me hice muchas expectativas sobre que me iba a salir del cuerpo (o sea, me iría por ahí de viaje astral), ya que esta experiencia era recurrente en los testimonios que había escuchado de quienes ya la habían ingerido. A pesar de todo, cuando estuve frente a la hoguera y me llegó el momento de pedir, sólo me acordé del poder y de la fuerza que necesitaba para la gran prueba que se me avecina, y de repente claramente vi como uno de los troncos de la hoguera tomaba la forma de la cabeza de un negrito sonriente con sombrero y una frase resonó dentro de mi cabeza: Eleggua, el que te abre los caminos; y es que aunque no practico la religión yoruba, la figura de este orisha siempre ha llamado mi atención, incluso tengo una figura suya (hecha por mi), que no está preparada de acuerdo a los ritos de esta religión; pero el simple hecho de verlo ahí sobre la repisa donde lo he colocado, me saca una sonrisa cada que lo veo. Parpadeé varias veces pensando que ya estaba alucinando antes de tomar la ayahuasca, y dejé de parpadear también para ver si su imagen en el fuego desaparecía, pero no fue así; ahí siguió, siempre sonriente mientras hacía mi petición.
Y entonces, por fin; llegó el momento tan ansiado, tan esperado de tomar la medicina; me había preparado mentalmente para el sabor que no es muy agradable, aunque para ser sincera no fue tan malo como yo esperaba, digamos que sabe como a un macerado de madera agarroso; también me había mentalizado para las nauseas, el vómito y la diarrea que casi siempre llegan después de tomarla, y también para el frío, ese frío que sale de tu interior mientras el brebaje actúa, y que no importa que tanto te arropes o si el clima es caluroso, si el frío se presenta, lo sentirás intensamente; ya sabía y el chamán que ofició la ceremonia lo explico también, que por medio de estos síntomas, la medicina actúa para sacar aquello que está demás en nuestro cuerpo. 
Así que después de esa primera toma, tomé mi lugar y me senté a esperar junto con los demás que vivieron esa experiencia conmigo. Poco más de media hora después casi todos seguíamos tan lúcidos como llegamos, a excepción de tres que ya estaban teniendo su viaje personal, en medio de la oscuridad llegaba a mis oídos el llanto de uno de ellos; "Que bien por ellos", pensé; pero no me preocupé ya que tenía entendido que eran tres tomas las que debía ingerir. 
Por lo cual, cuando llegó la segunda toma, la ingerí con gusto y como no quedaba nada más que esperar, me acosté a contemplar la Luna que brillaba sobre mi en un claro entre los árboles y una estrella que brillaba más que las otras; a ratos miraba a los demás y me di cuenta que a muchos ya les estaba haciendo efecto, al menos en lo que al frío se refiere, ya que todos estaban hechos bolita, acurrucados y tapados hasta la cabeza; así que empecé a sentirme algo inquieta, porque yo no sentía nada de nada; pero como no había nada que hacer, pues seguí contemplando el cielo, de repente comencé a ver lineas de colores que pasaban ante mis ojos, y mis sentidos se agudizaron, me puse en un estado de alerta pensando que por fin algo pasaría, y que en cualquier momento saldría de mi cuerpo, y tal vez tendría algún tipo de visión; pero no, la abuelita tenía otros planes para mi, mientras yo esperaba algo prodigioso, vi con toda claridad como del cielo, descendió un rayo de siete colores y cayó sobre mí a la altura del plexo solar; sentí claramente la descarga eléctrica que cimbró todo mi cuerpo, una sensación y un hormigueo que me duró unos diez minutos; recuerdo que solté una palabrota y que me negué a cerrar los ojos esperando algo más. Y si pasó algo más, ya que poco después llegaron las náuseas, y un malestar terrible; eructo tras eructo salían de mi boca y el pensamiento de que por nada del mundo bebería la tercera toma se instaló en mi cabeza mientras me retorcía en mi bolsa de dormir. 
Sin embargo, así como llegó el malestar se fue, y yo me encontré tan lúcida como al principio, así que cuando el chamán preguntó que quién queria su tercer vasito, yo fui la primera en alzar la mano, y junto conmigo, cuatro o cinco personas más. Cómo sabía que esa era mi última oportunidad de ver algo, o salirme del cuerpo, me tomé la tercera dosis y me acosté a esperar; y no tuve que esperar mucho, ya que las náuseas regresaron y esta vez venían acompañadas de vómito y poco después la diarrea se hizo también presente; mientras caminaba hacia el baño tenía la sensación de que el piso se movía y me sentía completamente drogada, pero a la vez plenamente consciente de donde estaba y de todo lo que me rodeaba; cuando regresé del baño, caí en la cuenta de que no vería nada extraordinario, ningún familiar muerto se comunicaría conmigo, no tendría alguna regresión a mi niñez y por supuesto tampoco me saldría de mi cuerpo; así que me dediqué a observar a los demás y de repente ante mis ojos se empezaron a formar patrones de formas circulares o cuadradas de colores muy vivos, figuras que se unían para dar forma a las cosas: al fuego de la hoguera, a los árboles, a las personas, a las casas e incluso al mismo aire; haces de energía que nos conectaban como un todo a la Tierra. En ocasiones anteriores ya me ha tocado ver eso, así que no le di mucha importancia; por lo que caí en la cuenta, de que no pasaría nada más, así que me dispuse a dormir un rato. Mientras trataba de dormir, veía claramente como una serpiente ascendía por la espalda del chico que tenía a un lado, recorriendo su columna hasta llegar a su cabeza, pero como había leído con anterioridad algo sobre esa serpiente, pues no le di gran importancia y decidí mejor cerrar los ojos.
Cuando desperté calculo yo que un par de horas después estaba completamente lúcida; y casi todos los demás también; así que llegó el momento de contar la experiencia que tuvo cada quien; y mientras escuchaba como una chica se convirtió en lobo, otra regresó a su niñez, una más se fue de viaje astral a otro estado del país, y otra vió a la muerte y una más dijo que se sintió morir; y alguien más habló con un amigo muerto; yo me sentía totalmente estafada y algo decepcionada porque lo más interesante que yo tenía para contar era que me había caído un rayo de siete colores. 
Así que cuando llegó mi turno me limite a contar eso y de repente se hizo la luz en mi cabeza. "Un rayo, recibiste un rayo de siete colores, y dices que no te pasó nada?" me dijo la chica que asistió al chamán durante la ceremonia, mientras este solo me miraba y sonreía. "Estás completa, no te falta ni te sobra nada; no hay miedos ni bloqueos dentro de tí; puedes hacer lo que quieras". Y ahí fue donde por fin me cayó el veinte, la ayahuasca no te da lo que tú esperas, sino lo que necesitas; yo esperaba muchas cosas pero lo que me dió fue lo que pedí frente a la hoguera: poder y fuerza, la confirmación de que mi proceso está terminado, y que lo que me espera ahora no es una prueba más, sino una oportunidad para poner en práctica todo lo que he aprendido; ya no hay miedos, ya no hay bloqueos, ya no procesos personales pendientes. Dicen que la verdadera ceremonia empieza días después de tomar la medicina, que lo que se vive mientras la tomas, es solo la punta del iceberg, que el verdadero aprendizaje y los resultados se ven incluso hasta casi un año después; así que si la abuelita me confirmó que estoy lista para lo que viene, confió en que me dará los medios y la sabiduría para hacer las cosas de la mejor manera. Por fin estoy completa. Por fin puedo llevar a cabo la misión para la cual vine a este mundo, en esta vida. Por fin soy una bruja poderosa, libre y feliz... 


Bibliografía:
-http://ayahuasca.com.pe/index.php/Que_es_Ayahuasca

miércoles, 27 de enero de 2016

Quiero ser Bruj@...

De las preguntas que con más frecuencia me hacen es: ¿Como le hago?, ¿Como empiezo?, Quiero ser Bruj@. Sin contar el interminable debate sobre si bruj@ se nace o se hace. Así que hoy les voy a platicar mi muy particular punto de vista al respecto; y a contar algo sobre como me inicié en este camino. Comenzaré con una frase que leí en un grupo: "Bruj@ que pregunta lo que tiene que hacer, no es Bruj@"; y es que las brujas, más que aprender, lo que hacemos es recordar; cuando leemos un libro de magia, o escuchamos a alguien con más experiencia que nosotros, estamos recordando y recuperando el conocimiento que hemos ido acumulando en cada una de nuestras vidas anteriores. Bruj@ se nace, no se hace. Cierto es que cualquiera que tenga la suficiente fuerza de voluntad y dedicación, puede volverse muy versado en magia, cierto que hay hechizos, rituales y técnicas que todos pueden practicar y obtener resultados satisfactorios; cierto que todos tenemos un don (videncia, canalización, sanación...), algun@s más despierto o desarrollado que otr@s; cierto que todos tenemos la capacidad de visualizar y decretar, dos cosas importantísimas en la magia; pero eso no los convierte automáticamente en bruj@s.
Si buscamos definiciones de la palabra Bruj@, encontraremos varias; algunas bastante absurdas y otras que se acercan más a la verdad, por ejemplo:
*Adjetivo masculino y femenino
Persona que realiza actos de magia o hechicería para dominar la voluntad de las personas o modificar los acontecimientos, especialmente si provoca una influencia dañina o maléfica sobre las personas o sobre su destino.
*Persona que en algunas culturas hace predicciones, invoca a los espíritus y ejerce prácticas curativas utilizando poderes ocultos y productos naturales; también suele aconsejar y orientar a las personas que acuden a consultarle.
*Mujer de mal carácter y malas intenciones, especialmente si es fea y vieja.
Estas son solo algunas de las definiciones que nos encontramos si nos vamos a un diccionario.
Técnicamente, un/a bruj@ es una persona que practica la Brujería. Y que es la Brujería? Si nos vamos al diccionario encontraremos algo más o menos así:
*Conjunto de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas brujas (existe también la forma masculina, brujos, aunque es menos frecuente) que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades mágicas que emplean con la finalidad de causar daño.
Nótese el énfasis con tintes negativos que se hace en la figura femenina; y en el que este conocimiento se usa para dañar. Esto debemos agradecérselo a la Iglesia, que durante la Edad Media se encargó de crear esta imagen, que aún hoy en día, much@s toman como cierta.
Y bueno, quitando la paja y los estereotipos negativos que siempre la acompañan; la Brujería es un todo, que engloba creencias, formas de pensamiento, elementos, actividades, y energías; pero sobre todo, es un camino espiritual. L@s bruj@s, somos seres que a lo largo de nuestras encarnaciones hemos recorrido el camino de la Magia y que hemos ido acumulando en nuestra alma ese saber; por eso se dice que l@s Bruj@s recordamos, todo el saber ya está dentro de nosotr@s, solo necesitamos algo o alguien que lo despierte. Por esto es que el estudio es tan importante cuando comenzamos a despertar, por esto también es importante estar atent@a a las señales; a las "coincidencias".
¿Y que es la magia? La magia es un puente entre lo visible y lo invisible, que conecta los mundos o planos; y te permite aprender las lecciones de ambos; aunque esto es más bien territorio de las hedge y los chamanes. Mi esposo una vez me dijo que la magia es ciencia que aún no entendemos. Si nos vamos al diccionario, encontramos lo siguiente:
*Es el arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales.
Según Aleister Crowley la magia es “la Ciencia y el Arte de provocar que ocurra un Cambio en conformidad con la Voluntad”; aunque habría que agregarle que el primer cambio que debemos hacer es en nosotr@s mism@s, y es que si no evolucionamos, como esperamos que el mundo cambie hacia nosotr@s?
Internet está saturado de publicaciones con las características que supuestamente tenemos l@s bruj@s, listas que seguramente ya se sabrán casi de memoria; también sabrán que el vestir de negro, colgarse un pentagrama y tener un gato negro no te convierte en un@; como tampoco lo hace prender algunas velas y quemar inciensos mientras recitas conjuros en medio de la noche. De las verrugas, las narices puntiagudas y los vuelos en escoba mejor ni hablamos. Alguna vez, leí en algún sitio que si sentías una  fascinación o miedo inexplicable al fuego, era señal de que habías sido quemada en la hoguera por bruja en una vida pasada; algo en lo que no estoy para nada de acuerdo, yo fui quemada en la hoguera y nunca he sentido ni miedo ni fascinación por el fuego, me gusta verlo, lo utilizo como un elemento importante, me encantan las fogatas, las velas y las hogueras; y considero (como cualquier persona) que morir quemad@ es una muerte espantosa, pero el fuego no ejerce algún tipo de influencia especial en mi. Sin olvidar tampoco que a much@s los mandaron a la hoguera sin ser siquiera bruj@s, simplemente por intereses de otras personas.
Hay quienes suelen darle mucha importancia al famoso linaje, se de personas que se jactan de ser descendientes y hereder@s en línea directa de ciert@ bruj@ famos@; o de que tienen cierta marca de nacimiento que los señala como "l@s elegid@s" en cierta generación; o que en su familia todas las mujeres nacidas bajo ciertas condiciones, resultan ser brujas; y mil historias más relacionadas con la familia. Y aunque es muy posible que sean ciertas, eso no l@s vuelve mejores bruj@s que alguien que no tiene antepasados bruj@s que sacar a relucir. Hay bruj@s poderos@s que resultan ser el primer caso en su familia. En lo personal solo puedo rastrear mi árbol genealógico hasta mi bisabuela, y es a ella a la única que puedo darle el título de bruja, de mujer sabia; de mi abuela, mi madre, tías y primas; poco o nada hay que decir al respecto, tienen de brujas lo que yo de monja.
L@s Bruj@s, somos ante todo buscadores/as de la verdad; de nuestra verdad. No buscamos la magia para cambiar al mundo, sino para cambiarnos a nosotr@s mism@s. Antes de buscar dinero, poder, o el amor de otra persona; buscamos entendernos a nosotros mism@s; nos acercamos a la magia, buscando nuestro lugar en el mundo, buscando entender porqué estamos aquí, por qué decidimos nacer en una vida como la que tenemos y que tal vez no sea la que hubiéramos elegido si nos hubieran dado oportunidad de escoger; según nosotr@s (debo decirles que esta vida que tienen, la escogieron ustedes tal cual).
Yo siempre recomiendo que se vuelvan más observadores/as cuando sienten el llamado, y es que los Dioses y el Universo comienzan a mandarnos señales, sólo que nosotros andamos tan ensimismad@s, que ni cuenta nos damos de ellas. Les digo que comiencen por lo que llama su atención, generalmente el hecho de que algo despierte nuestro interés de repente, es indicio de que estamos empezando a recordar. Una cultura, un símbolo, una tradición, una religión, una imagen, un lugar, un objeto; nos pueden decir por donde debemos buscar. A los 16 años, yo comencé con lo que llamo mi "periodo celta" y es que de ser una cultura que vivió por allá de la Edad de Hierro y que alguna vez había estudiado en la clase de historia; pasaron a convertirse en parte de mi día a día, iba a la librería o incluso al supermercado y encontraba un libro o algo referente a ellos, me enteré de la existencia de Epona, la diosa caballo; siendo que yo siempre he tenido una conexión especial con estos animales; y varios detallitos más, que me dejaron con cara de sorpresa, cuando lo primero que me dijeron al acceder a mis vidas pasadas fue: "Fuiste celta", especialmente porque quien me lo dijo era una completa extraña para mí, y porque yo no traía nada colgado o visible que indicara mi interés por ellos.
Actualmente usan la palabra Bruj@as para referirse a cualquier persona que tenga algo que ver con el esoterismo y la magia; y lo cierto es que está mal empleada y sobreusada. El que seas tarotista, no te convierte automáticamente en Bruja, si tienes el don de la premonición, eres vidente; si sanas, eres sanador/a; si los seres se comunican contigo, eres canal; si eres capaz de hacer que ciertas cosas pasen solo con la fuerza del pensamiento, eso quieres decir que tienes una mente y una energía poderosa; pero nada de eso indica por sí solo que seas un/a Bruj@. Es verdad que muchas Bruj@s somos sanadoras, videntes o nos comunicamos con los seres y los espíritus; pero tener esas facultades y Dones, no es lo que nos hace Bruj@s. Mención aparte merecen los practicantes de la Wicca, que se llaman a sí mismos bruj@s; el que seas practicante iniciado o autoiniciado, no te convierte en bruj@, muchas personas se acercan a la Wicca porque sienten que las religiones tradicionales no les dan lo que ellas buscan, sienten que les falta algo y ese algo lo encuentran en la Wicca. Para ser Wicca no es requisito ser bruj@, tan solo respetar la rede, seguir los 13 principios y celebrar la rueda del año. Cierto es que a la Wicca se le llama la religión de l@s Bruj@s, porque much@s de ell@s son practicantes, ya que dentro de ella encuentran la aceptación y el respeto que no han encontrado en otras religiones (yo misma, fui Wicca durante casi 7 años); y sobre todo, porque su ideología de vida, encaja bien dentro de la Wicca. Pero como dice una frase que circula por ahí: "Ni tod@s l@s Bruj@s son Wiccas, ni tod@s l@s Wiccas son Bruj@s".
L@s Bruj@s en resumen, somos personas que a lo largo de nuestras vidas anteriores hemos recorrido el camino de la magia y que hemos ido perpetuando ese conocimiento a través del tiempo. El ser bruj@ no nos convierte en mejores o peores personas que el resto, no nos hace superiores u omnipotentes; es tan sólo el camino que escogimos recorrer. Y es un camino difícil, porque estamos obligad@s a encontrarnos a nosotr@s mism@s, a enfrentarnos a nuestros más grandes miedos, a sanarnos. Porque solo de esa manera podemos empoderarnos, en este camino no existen atajos ni rutas rápidas. Tampoco es posible renunciar a él; puede ser negado, o escondido; pero una vez que hemos escogido este camino jamás podremos olvidarlo; si esta en nuestro destino, lo recorreremos en el momento en que debamos hacerlo; no antes, no después.







jueves, 14 de enero de 2016

Antes de pedir, debemos limpiar...

El 90% de las personas, suelen recurrir a la magia cuando tienen algún problema, desean algo (la mayoría de las veces ese algo es un alguien), o porque algo se les atora. De este porcentaje, son much@s a los que de repente les da por sentirse bruj@s, pero muy poc@s l@s que se toman la molestia de investigar un poco sobre cómo son las cosas; creen que esto de la magia y la brujería es algo tan fácil como prender 4 velas y un incienso, decir un par de oraciones y tal vez encomendarse a Dios; y bueno, si la cosa fuera tan fácil, pues que a todo dar sería.
Las personas como yo que han hecho de la magia y la brujería su vida, estamos bastantes cansadas y aburridas de ver siempre lo mismo: velas mal puestas sin oficio ni beneficio,"hechizos" de lo más absurdos, gente pidiendo soluciones mágicas inmediatas (eso de agitar la varita para que sucedan las cosas, solo pasa en Harry Potter; y hasta él tuvo que pasar por la escuela para saber como mover la varita); y mención aparte se merecen los que andan a la caza de ver si sacan la consulta o la tirada de algún oráculo gratis (más de un@ se ha querido pasar de abusad@ conmigo, bajo el cuento de que: "no es consulta, es una orientación"; sin olvidar tampoco el choteadísimo mal chiste de que con los dones y el conocimiento no se lucra); en fín, que me estoy yendo por la tangente, de lo que les voy a decir.
La gente pide de acuerdo a sus necesidades y eso es muy lógico, sólo que en su afán por querer resolver sus problemas con la mayor rapidez, pasan por alto muchas cosas de vital importancia. La mejor manera de saber que es lo que realmente traemos, o porque nos pasa lo que nos pasa, es acudir con un profesional para que nos realice una consulta por medio de algún oráculo; eso sí, uno de confianza, que charlatanes sobran en este mundo; aunque por "x" o "y", la gran mayoría de las personas prefieren saltarse este paso (por la tacañería de ahorrarse la consulta, o porque no está dentro de sus posibilidades); y lo que empiezan a hacer es experimentar con hechizos y "trabajos" mágicos que vieron por ahí o que les fueron recomendados por la "bruja Majuja o el brujo Fulanito", hoy no me explayaré diciendo lo que pienso sobre ese tipo de trabajos y los materiales que suelen usar, que eso es tema largo, sino que les hablaré del paso que la gran mayoría se salta.
Antes de andar realizando hechizos o rituales para abrir caminos, pedir prosperidad,amor y cosas buenas (la salud no la mencioné, porque me he dado cuenta que cuando la gente tiene dinero y amor, no se enferma); debemos limpiar a conciencia nuestra persona y nuestro ambiente (excepto los negocios, que esos no se limpian tanto) y es que yo siempre he dicho que eso de hacer cosas para pedir, sin haber limpiado antes; es como ponerse ropa limpia sin haberse bañado. El no limpiar también puede ser la explicación a porque los efectos de lo que hacen no son de larga duración (que no faltará el/la que me diga que a él/ella si le funcionan sus hechizos), y digo de larga duración porque los resultados mágicos permanentes no existen, hay muchas cosas que dependen de ello; pero esa es otra historia.
Así que antes de andar prendiendo velas, tómense algo de tiempo para saber qué es lo que tienen en casa o en su persona. Para saber si en su casa hay algo raro, la forma más simple es utilizar la ya famosa fórmula del vinagre y la sal, que contrario a lo que much@s piensan; no limpia, solo detecta; se coloca un vaso en la habitación donde se pasa más tiempo o en todas si lo creemos apropiado (el vaso de cristal a la mitad de sal de grano y la otra mitad con vinagre blanco); se deja durante nueve días y si hay algo o alguien que nos esté dando lata, este reacciona para mostrarnos lo que es. Y ya con ese antecedente, podemos saber cual es la manera más apropiada de limpiar; ya que hay ocasiones que con pasar un sahumerio durante nueve días, el espacio queda limpio, pero en otras se necesitan limpias más fuertes, duras y complejas.
En el caso de limpiar nuestra persona, hay veces que con un baño con algún tipo de sal preparada, o incluso con simple sal de cocina; nuestro cuerpo áurico queda limpio (sin embargo esto muy raras veces pasa, sobre todo si apenas estamos iniciando nuestra andadura espiritual en esta vida); en este caso ahí si que la mejor manera de saber por qué nos pasa lo que nos pasa es ir con alguien que sepa ver en nuestro pasado (y no sólo en esta vida); y que nos diga el porqué y cómo solucionarlo. Para ponerles un ejemplo, les contaré mi historia; cuando yo comencé mi despertar, era apenas una adolescente; de la vida se podría decir que sabía poco o nada; sin embargo, a mis 16 años sentía yo que cargaba con un gran peso a mis espaldas y traía arrastrando cosas como el haber sido siempre una niña rara, de la que mi familia esperaba demasiado, sobre quien los vecinos cuchicheaban y comentaban mi origen (por aquello de que la que yo creía que era mi hermana, en realidad era mi madre; y que mi padre biológico brillaba por su ausencia); pero que por el resto del mundo era ignorada o simplemente no existía. 


Iba por la vida con una máscara de valemadrismo e indiferencia que me servía para protegerme, ya que por un lado me habían criado diciéndome que ante la gente no había que mostrarse débil y por el otro , yo, en mi intento de ser "normal", había tenido un par de experiencias bastante desagradables que me confirmaron que el mundo no estaba listo para mí o mejor dicho: yo no estaba aún lista para él. Entre las ilusiones de toda chica de 16 años, está por supuesto el tener un novio, y es que en esa época lo normal es sentir el despertar de las hormonas; sin embargo entre que mi madre me había metido en la cabeza que los hombres eran unos desgraciados y que yo veía a mis amigas sufrir por escuincles inmaduros y mocosos a lo puro tarugo y por puras taradeces (al menos a mí, así me lo parecía); decidí que lo mejor era olvidarse del tema amoroso y dedicarse solo a la diversión. 


Para no hacerles el cuento largo, a los 18 años conocí a la que sería mi primera maestra, yo ya había investigado y devorado por mi cuenta cuanta información brujeril caía en mis manos (la cual no era tan fácil de obtener como hoy en día); había fabricado ya mis primeras runas, sin saber siquiera lo que eran (simplemente un día, me dió por ir a recoger piedras y pintarles los símbolos); tenía una baraja de tarot que me decía muchas cosas y a la vez nada, me gustaba prender velas solo por verlas arder y quemar inciensos porque me hacían recordar situaciones y lugares; así que un día mi mamá ante la preocupación de que su hija se creía bruja me llevó con su amiga; esta señora realizaba sus consultas por medio de cuarzos; un cuenco lleno de cuarzos consagrados eran su oráculo, y entre todo lo que me dijo (ya que me habló de mi transitar por este mundo en otras encarnaciones en todas las cuales he recorrido el camino mágico); me habló del tema amoroso. Debo decir que a pesar de mis intereses brujiles, nunca hice ningún tipo de hechizo para que alguien se fijara en mí, o para que mi vida mejorara; siendo que incluso por mera casualidad (por decirle de algún modo, ya que para mi nada es casual); o a modo de prueba un día terminé con un mechón de cabellos de un chico que me gustaba en aquel entonces, en mis manos (la de cosas que hubiera podido yo hacer je,je). Sin embargo, algo en mí me decía que no anduviera haciendo experimentos.


Gracias a lo que esta señora me dijo en esa consulta, pude yo comprender el porqué nunca me había enamorado y nunca nadie se había sentido atraído hacia mí para tener una relación seria (al menos así lo veía yo); y es que aunque iba por la vida como si el asunto no me importara, en el fondo deseaba tener un novio con el cual poder salir a dar la vuelta, que me diera besos, abrazos y me hiciera sentir especial (vamos, que soy humana). Gracias a esa consulta, entendí que para que el Amor llegara a mi vida, primero tenía que sanarme a mi misma, limpiarme, quitarme toda la "mugre" que traía yo de otras vidas y de esta. Y sí, tal cual, mientras estaba en pleno aprendizaje, conocí al hombre que me hizo entender el verdadero significado del Amor, un hombre que sin él saberlo, pagó su deuda de otro tiempo conmigo, a la vez que me enseñó mucho y de alguna manera, me preparó para otras relaciones; y es que cuando conocí al que sería mi esposo, yo ya estaba libre de todo prejuicio y me había quitado la máscara; así que a esa relación solo llevé mis miedos (que esos siempre nos acompañarán) y mi esencia de bruja, lo que soy; estaba dispuesta a darlo todo y por lo mismo, estaba ya preparada para recibirlo también todo. Pero si yo me hubiera saltado esa consulta (independientemente de que habría retrasado mi desarrollo espiritual), y me hubiera puesto a prender velas rojas untadas en miel (por decir algo) a tontas y a locas; así hubiera yo acabado con la colmena entera, nunca habría pasado nada; y yo seguiría más sola que la una, añorando en secreto una pareja y fingiendo ante los demás que él tema no me interesa.
Así que mi consejo es, que antes de andar haciendo experimentos, busquen saber el porqué de lo que les pasa, no por ahorrarse unos pesos terminen regando el tepache completo y empeorando las cosas. Antes de pedir amor, dinero, prosperidad o que se les abran los caminos, limpiense ustedes y limpien su entorno. Y si lo que buscan es soluciones fáciles y baratas, lamento decirles que estas no existen, y es que si son tacañ@s, la vida será tacaña también; así como das, recibes. Así que si no quieren gastar en consultas, cursos o materiales, mejor quédense como están; tal vez no mejoren, pero tampoco empeorarán las cosas.
Como siempre espero que esto que escribo les sea útil, con dos o tres a l@s que les caiga el veinte, me doy por bien servida. Que los Dioses los bendigan y protejan.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Las Brujas no se enferman...

El título de esta entrada puede que despierte controversia y una que otra opinión en desacuerdo; pero más que a un hecho comprobado se refiere a una frase que dijo mi esposo hace algunos días cuando yo le comentaba que últimamente en algunas conversaciones de supuestas y autollamadas "brujas" el tema principal era comparar enfermedades y ver quién tenía la dolencia más rara y grave. Lo de supuestas y autollamadas es porque tengo mis dudas de que en realidad lo sean, pero esa es otra historia.



El tema de las enfermedades no lo llevo nada bien; los hospitales me deprimen, así que al igual que a los doctores, los evito siempre que puedo; la última vez que me pasé por un hospital fue cuando nació la más peque de mis hijas y de eso ya pasaron dos años y medio. Entre mis tres niñ@s suman dos o tres idas al doctor (sin contar las idas a las vacunas); por infecciones estomacales leves, producidas debido a la costumbre que todo bebé tiene de llevarse cosas a la boca; les da gripe o temperatura (la cual les dura un día), una o dos veces al año, andan descalzos la mayor parte del día y se bañan con agua fría a las once de la noche si se les ocurre; así que, está más que comprobado que son niñ@s resistentes. En mi familia el caso de enfermedad más grave fue el de mi abuela que tuvo diabetes y que por lo mismo se merece ser analizado más a fondo.



No siento haber sido una niña enfermiza, fuera del hecho de que en otoño-invierno siempre me daba gripa y tos; de que tomar el sol durante demasiado tiempo me causaba dolor de cabeza y a veces insolación y de que fui a parar un par de veces al hospital; la primera con poco menos de dos años por tomarme un frasco casi completo de pastillas para enfermos de epilepsia (a lo que me contaba mi abuela, me salve de puritito milagro y gracias a la intercesión de un santo del cual ella era devota; porque los médicos me habían ya desahuciado); y la segunda por una salmonelosis por comer alguna chuchería en la calle (el principal sospechoso sigue siendo el queso de un squite). Viéndolo desde otra perspectiva parece que sí di bastante lata; pero todo tiene una explicación.



Cuando comenzó lo que yo llamo mi despertar espiritual, aparte de las gripes, las migrañas y las insolaciones; sufría yo de menstruaciones muy dolorosas, largas y abundantes; que me echaban a perder literalmente diez de los treinta días de cada mes; pero todo eso estaba por cambiar. Una de las primeras cosas que me enseñaron es que todas las enfermedades tienen un origen psicosomático, o sea que son provocadas por alguna emoción mal manejada; así fue como como pude por fin entender el porqué de los males que me aquejaban; por ejemplo, la gripe en realidad es tristeza o simplemente agotamiento; y vaya que yo me sentía triste y vacía con la vida que llevaba, además de que tenía cansancio físico acumulado. 




La diabetes en realidad es amargura, y analizando cómo es que fue la vida de mi abuela, queda clarísimo que lo que la consumió en realidad fue esa amargura que acumuló durante toda su vida por todas las cosas que hubiera querido hacer y no pudo; debo decir que en ese momento me cayó el veinte de que si yo no quería terminar igual o peor que ella, tenía que hacer algo para salirme de ese círculo vicioso que es mi árbol genealógico; la solución fue drástica y muy dolorosa, tuve que cortar toda relación con mi familia y poner tierra de por medio, para poder encontrarme a mi misma y sanarme. Y generalizando, las enfermedades suelen ser un mecanismo que usamos inconscientemente para llamar la atención de quienes nos rodean; ya que cuando estamos enferm@s, por lo general las personas a nuestro alrededor, se preocupan por mimarnos y tratarnos bien, así que si sentimos que la gente nos ignora, buscamos el modo de hacernos presentes; dándose los casos de que muchas personas suelen usar las enfermedades para chantajear y mantener sometid@s a hij@s y parientes.



En cuanto logré entender el porqué de la enfermedades o dolencias que solían darme con mayor frecuencia; pude darme cuenta que mis gripes infantiles eran para llamar la atención de los adultos que me rodeaban y que al mantenerme aislada del mundo en su afán de protegerme de los peligros de este, me convirtieron en una niña solitaria y triste; mis problemas respiratorios y dolores de garganta, eran consecuencia de todas esas cosas que no me estaba permitido decir o expresar en voz alta (pensar diferente que mi familia, por ejemplo), eran esos gritos que salían de mi pecho y se quedaban atorados en mi garganta, por que tenía terminantemente prohibido tener una opinión propia del mundo; mis dolores menstruales eran mi negación a mi condición de mujer y a la maternidad, por aquello de que las mujeres venimos a este mundo a sufrir y por lo mismo yo no quería tener hijos que me cortaran las alas o pasaran por lo mismo que yo; y en general sentía que desde niña me robaron la infancia y luego la adolescencia, al negarme las cosas propias de esas etapas de la vida (como jugar con otros niños y salir con amig@s); aunque debo decir que a partir de los diecisiete años me volví bastante ingeniosa para procurarme diversión y buenos momentos. Resumiendo, querían hacer de mi una persona "decente", bien portada, modosa, responsable y sobre todo OBEDIENTE de las reglas impuestas por una sociedad en la que nunca he creído.


Y se estarán preguntando, y toda esta telenovela que tiene que ver con eso de que las brujas no se enferman? Para allá voy; debo decir que desde niña quedó claro que era diferente, así como otras niñas querían ser princesas, yo quería ser bruja, tenía mi apotecario de hierbas que tomaba del jardín de mi bisabuela y me encantaba recolectar huesos y calaveras y montar altares con ellos, entre otras cosas. Cuando mi condición de bruja salió a la luz, mi madre al principio trató de negarla, como no pudo lograrlo, me prohibió terminantemente hacerla pública (que iban a decir sus amistades); así que cuando yo, por fin tomé la decisión de separarme de mi familia; entendí y sané el porqué de mis enfermedades, acepté orgullosa mi condición bruja y  tomé conciencia de mi poder; las dolencias desaparecieron. No fue algo que pasó de la noche a la mañana, tardé algunos años en asimilarlo todo; pero realmente, valió la pena.



Hoy en día, si me duele la cabeza es porque no he comido, me da gripe una vez al año cuando mi cuerpo me pide una pausa, y es que con tres niñ@s menores de cinco años, no tengo muchas oportunidades para el descanso y la relajación; o tal vez porque me entra la tristeza pre y post cumpleaños (eso de saber que estoy un año más vieja, no es algo que me agrade) y el sentir que soy un talento desaprovechado a veces me deprime (más que nada porque me siento limitada en el tema económico; y es que al renunciar a mi familia para forjar mi propio camino, tuve que renunciar a la buena vida y a los lujos que me daban; vamos, que tuve que pagar el precio); mis menstruaciones han dejado de ser dolorosas (salvo un cólico de vez en cuando) y se han regularizado: cada veintiocho días, con una duración de tres o cuatro y no diez días como antes. Mis hijos, como les contaba, son niñ@s muy sanos; a mi entender, es porque aparte de que fueron niñ@s desead@s y amad@s desde el momento de su concepción, tienen a su mamá todo el día con ellos, y a papá presente en sus vidas; así que falt@s de atención pues no están.



Es por esto que tal como mi esposo me dijo: "Las Brujas no se enferman", al menos no las reales y empoderadas; ya que entre muchas cosas una bruja es una mujer libre, dueña de su vida y de sus actos; consciente de las consecuencias de sus acciones; y sobre todo: emocionalmente sana. Y cuando le aqueja algún tipo de dolencia o enfermedad, sabe identificar la causa de esta para erradicarla no solo en el plano físico (que para eso existen los médicos), sino también en el espiritual. 




Esto que les he contado, es mi experiencia personal; yo hablo por mí y por lo que me ha pasado; ahora sí que como dicen por ahí: cada quien habla según como le va en la feria, así que cada quien sabrá las causas de sus dolencias y enfermedades; lo que sí les recomendaría es que hurgasen un poco en su árbol genealógico y en cómo ha sido su vida y muy probablemente encuentren algo que les ayude en su proceso de sanación. 




Si les cuento todo esto es porque últimamente la brujería está de lo más solicitada para arreglar problemas y solucionar vidas; y lamento informarles que la brujería no hace nada de eso, al menos la vida no la soluciona y en cuanto a los problemas, es más que nada un apoyo y sobre todo lo que sí; es un camino espiritual; así que si se han acercado a ella pensando que con sacudir la varita y prender una vela se les va a arreglar todo, van por el camino equivocado; citando una frase que viene en el libro "El Diario de una Bruja": "Si aquello que buscas, no lo encuentras dentro de tí, jamás lo hallarás; ten presente que siempre he estado contigo y soy aquello que se alcanza al final del deseo". Que los Antiguos Dioses los protejan...  




miércoles, 9 de diciembre de 2015

Algo sobre las velas...

Much@s de ustedes se habrán dado cuenta de que últimamente mi participación es más bien poca en los grupos de Facebook que administro, pero aunque no opine; la verdad es que de todo me entero y con toda la ola de "New brujas" que hay hoy en día, estoy cansada y bastante aburrida de ver lo mismo a diario; desde gente que dice que desea aprender sobre la Wicca o convertirse en bruj@ (a est@s, lamento informarles que bruj@ se nace más que se hace), pero que cada que se les atora algo sacan al Señor, a Jesucristo y a los ángeles por delante, siendo todas estas figuras propias de las religiones judeocristianas que nada tienen que ver con la Brujería y el Paganismo.


Mención aparte se merecen todas esas fotos de limpias de huevo que se suben diariamente, con el fin de que alguien se las interprete, y yo me digo: si no saben lo que están haciendo, ¿para que se ponen a hacerlo?; y bueno, para quienes no lo sepan: una limpia de huevo solo puede ser interpretada por la persona que la hizo, porque solo ella sabe las condiciones en las cuales estas se llevó a cabo.  


Pero hoy en especial sobre lo que quiero hablarles es sobre la forma de poner  velas, cirios o velones; y es que de todas las "brujerías", poner velas es al parecer la favorita de much@s. Desde la famosa vela de miel, pasando por las velas para el amor y la prosperidad, así como las de limpia o protección, sin mencionar las de la salud, suerte y cuanta cosa más se les ocurra pedir, o las que se ponen para honrar a los difuntos; mención aparte merecen las que son puestas para los Arcángeles, ángeles y seres de luz parecidos, así como las famosas novenas dedicadas a algún Santo con un fín en particular; y en eso si no me meto porque yo no trabajo ni creo en ellos, ya que como les dije son figuras propias de las religiones judeocristianas y yo soy pagana, pero supongo que también existe un modo correcto de ponerles velas.


Debo decir que al principio si me daba bastante coraje ver las fotos que día a día saturan los muros de Facebook con velas puestas a diestra y siniestra; velas que parecen puestas al ahí se va, sin vestir, sobre platos rotos o despostillados, dejadas sobre el piso por aquello de la seguridad, rodeadas de cachivaches y demás trastos, o apagadas y vueltas a prender también por aquello de la seguridad. Ahora ya no me enojo, solo veo y calló; pero en vista de que las velas parecen tener cierto encanto y a much@s les encanta prenderlas me veo en la necesidad de decir unas cuantas cosas al respecto, que tal vez puedan ser de utilidad.

Prender una vela con fines brujiles es un acto que ante todo exige respeto, así que lo primero que debe de tenerse en cuenta es de que debemos hacernos con materiales de la mejor calidad, aquí no valen las velas compradas en los bazares de importaciones chinas hechas sabrán los Dioses con que tipos de parafinas. Los aceites con los que se viste la vela deben de ser lo más naturales posibles, cierto que las brujas fabricamos nuestros propios aceites según el fin con el que queramos poner el cirio o velón; pero el aceite de oliva extravirgen funciona muy bien cuando no se sabe bien qué tipo de aceite emplear.


El plato sobre el que se colocan debe de ser de preferencia de barro o cerámica, o incluso puede usarse una charola metálica; lo que si es importante tener en cuenta, es que este plato debe ser destinado única y exclusivamente a usos brujiles y que debe ser nuevo y por lo mismo, estar en excelentes condiciones, así que platos de la cocina que piensen sacar de uso porque se les rompió de la orilla, ni se les ocurra usar. Bajo el plato se recomienda por seguridad poner una madera, yo suelo utilizar el pentáculo pero, una tabla de picar comprada solo para fines brujeriles puede servir sin problema alguno. 


Aparte de vestirlo con el aceite, el velón también debe vestirse con alguna mezcla de hierbas, según lo que se quiera trabajar, por ejemplo, un velón de limpia sencilla lo vestirán con ruda, romero, pimienta y algo más, uno para una limpia más fuerte, lo vestirán con sal negra (artesana, hecha por una bruja de confianza o por ustedes mism@s; y ojo con eso porque lo que muchas veces venden como sal negra, no es más que sal pintada con carbón). Rodeando el plato, debe ponerse una representación de los cuatro elementos, los cuales además ayudarán al velón a trabajar, además de que lo protegerán para que pueda realizar su labor sin contratiempos ni intrusiones; yo por ejemplo suelo poner un cirio blanco consagrado, este además de representar al elemento fuego, es con su llama con la cual encenderé el velón y el sahumerio (y es que todo debe ser encendido con el mismo fuego); y hablando del sahumerio, este debe ponerse como representación del elemento aire y las hierbas quemadas en él, ayudarán al velón a realizar su trabajo; el vaso con agua aparte de lo que representa capta y muestra cosas mientras la vela hace lo suyo, debe agregarsele una ramita de romero o unas hojas de laurel o alguna otra hierba según el ritual a realizar, así como un chorrito de vinagre y una pizca de sal; y por último, como representación del elemento tierra y para proteger el velón se colocan algunos minerales junto al plato, según lo que queramos hacer, por ejemplo: yo le pongo obsidianas, y amatistas cuando pongo velones de limpia. Y no debe olvidarse el círculo de sal que se pone alrededor del plato para proteger el velón, un círculo que debe hacerse a partir de un montón de sal que pongamos en el centro del plato. 


Me parece que está de más decir que deben solo usarse cerillos de madera, pero la presencia de uno que otro encendedor en las cercanías de algunas fotos, me hace necesario recordarlo; así como el hecho de que una vez encendido el velón debe quemar hasta el final, así que eso de apagarlo mientras me voy al trabajo o a hacer la compra no vale, por eso conviene buscarle un lugar seguro donde ponerlo y en el cual podamos dejarlo sin peligro de que suceda algún accidente; sin embargo, en esto de buscar un lugar seguro, el piso o el baño quedan totalmente descartados, vamos que una vela que haya sido preparada con fines brujiles se merece algo de respeto y por lo mismo un lugar adecuado, como por ejemplo, una mesita en la cual podamos disponer todo; así que, ponerlo rodeado de cachivaches y objetos varios tampoco vale. 


Si la vela llegara a apagarse sin terminar de quemar debe desecharse, eso de volverla a prender no debe hacerse. Cuando se apagan puede deberse a que no son velas de buena calidad, a que no ha sido preparada correctamente o a que lo que intentamos combatir es más fuerte. Los restos que queden al final, deben envolverse en papel periódico y desecharse a la basura.


Y ahora vamos a lo que parece ser la parte favorita de tod@s, la lectura de los restos de la vela; lamento decirles que una vela que no ha sido puesta de la forma adecuada, no dirá nada, por muchos que les digan que ven a Juan de las Pitas y a la Virgen de la Macarena en la cera, la pura imagen de los restos no vale. Para saber como trabajó la vela, deben hacerse fotos del inicio y el durante de la quema del velón así como del agua, debe saberse con que se vistió la vela y que hierbas se puso en el sahumerio y no solo con que fin fue puesto. Es por esto que lo más recomendable es que la persona que lo ponga, sepa lo que está haciendo; o por lo menos que tenga a alguien de confianza asesorándol@.


Todo lo anterior aplica a velones puestos con alguna intención, las velas de altar o utilizadas en las celebraciones, son otra historia. Y bueno, por lo pronto aquí le paro, espero que todos estos consejos les sirvan si son de las personas que les gusta poner velas; recuerden que esto de la "brujeada" es algo serio y que merece respeto; y no solamente un juego y una moda, así que no es algo que deba tomarse a la ligera, que suele darse el caso de que por andar jugando a la bruja, terminan empeorando la situación porque mueven cosas o atraen seres que solo andan viendo en donde pegarse; así que, antes de hacer algo, informense, estudien e investiguen a fondo. Que los Antiguos Dioses los protejan...