jueves, 14 de enero de 2016

Antes de pedir, debemos limpiar...

El 90% de las personas, suelen recurrir a la magia cuando tienen algún problema, desean algo (la mayoría de las veces ese algo es un alguien), o porque algo se les atora. De este porcentaje, son much@s a los que de repente les da por sentirse bruj@s, pero muy poc@s l@s que se toman la molestia de investigar un poco sobre cómo son las cosas; creen que esto de la magia y la brujería es algo tan fácil como prender 4 velas y un incienso, decir un par de oraciones y tal vez encomendarse a Dios; y bueno, si la cosa fuera tan fácil, pues que a todo dar sería.
Las personas como yo que han hecho de la magia y la brujería su vida, estamos bastantes cansadas y aburridas de ver siempre lo mismo: velas mal puestas sin oficio ni beneficio,"hechizos" de lo más absurdos, gente pidiendo soluciones mágicas inmediatas (eso de agitar la varita para que sucedan las cosas, solo pasa en Harry Potter; y hasta él tuvo que pasar por la escuela para saber como mover la varita); y mención aparte se merecen los que andan a la caza de ver si sacan la consulta o la tirada de algún oráculo gratis (más de un@ se ha querido pasar de abusad@ conmigo, bajo el cuento de que: "no es consulta, es una orientación"; sin olvidar tampoco el choteadísimo mal chiste de que con los dones y el conocimiento no se lucra); en fín, que me estoy yendo por la tangente, de lo que les voy a decir.
La gente pide de acuerdo a sus necesidades y eso es muy lógico, sólo que en su afán por querer resolver sus problemas con la mayor rapidez, pasan por alto muchas cosas de vital importancia. La mejor manera de saber que es lo que realmente traemos, o porque nos pasa lo que nos pasa, es acudir con un profesional para que nos realice una consulta por medio de algún oráculo; eso sí, uno de confianza, que charlatanes sobran en este mundo; aunque por "x" o "y", la gran mayoría de las personas prefieren saltarse este paso (por la tacañería de ahorrarse la consulta, o porque no está dentro de sus posibilidades); y lo que empiezan a hacer es experimentar con hechizos y "trabajos" mágicos que vieron por ahí o que les fueron recomendados por la "bruja Majuja o el brujo Fulanito", hoy no me explayaré diciendo lo que pienso sobre ese tipo de trabajos y los materiales que suelen usar, que eso es tema largo, sino que les hablaré del paso que la gran mayoría se salta.
Antes de andar realizando hechizos o rituales para abrir caminos, pedir prosperidad,amor y cosas buenas (la salud no la mencioné, porque me he dado cuenta que cuando la gente tiene dinero y amor, no se enferma); debemos limpiar a conciencia nuestra persona y nuestro ambiente (excepto los negocios, que esos no se limpian tanto) y es que yo siempre he dicho que eso de hacer cosas para pedir, sin haber limpiado antes; es como ponerse ropa limpia sin haberse bañado. El no limpiar también puede ser la explicación a porque los efectos de lo que hacen no son de larga duración (que no faltará el/la que me diga que a él/ella si le funcionan sus hechizos), y digo de larga duración porque los resultados mágicos permanentes no existen, hay muchas cosas que dependen de ello; pero esa es otra historia.
Así que antes de andar prendiendo velas, tómense algo de tiempo para saber qué es lo que tienen en casa o en su persona. Para saber si en su casa hay algo raro, la forma más simple es utilizar la ya famosa fórmula del vinagre y la sal, que contrario a lo que much@s piensan; no limpia, solo detecta; se coloca un vaso en la habitación donde se pasa más tiempo o en todas si lo creemos apropiado (el vaso de cristal a la mitad de sal de grano y la otra mitad con vinagre blanco); se deja durante nueve días y si hay algo o alguien que nos esté dando lata, este reacciona para mostrarnos lo que es. Y ya con ese antecedente, podemos saber cual es la manera más apropiada de limpiar; ya que hay ocasiones que con pasar un sahumerio durante nueve días, el espacio queda limpio, pero en otras se necesitan limpias más fuertes, duras y complejas.
En el caso de limpiar nuestra persona, hay veces que con un baño con algún tipo de sal preparada, o incluso con simple sal de cocina; nuestro cuerpo áurico queda limpio (sin embargo esto muy raras veces pasa, sobre todo si apenas estamos iniciando nuestra andadura espiritual en esta vida); en este caso ahí si que la mejor manera de saber por qué nos pasa lo que nos pasa es ir con alguien que sepa ver en nuestro pasado (y no sólo en esta vida); y que nos diga el porqué y cómo solucionarlo. Para ponerles un ejemplo, les contaré mi historia; cuando yo comencé mi despertar, era apenas una adolescente; de la vida se podría decir que sabía poco o nada; sin embargo, a mis 16 años sentía yo que cargaba con un gran peso a mis espaldas y traía arrastrando cosas como el haber sido siempre una niña rara, de la que mi familia esperaba demasiado, sobre quien los vecinos cuchicheaban y comentaban mi origen (por aquello de que la que yo creía que era mi hermana, en realidad era mi madre; y que mi padre biológico brillaba por su ausencia); pero que por el resto del mundo era ignorada o simplemente no existía. 


Iba por la vida con una máscara de valemadrismo e indiferencia que me servía para protegerme, ya que por un lado me habían criado diciéndome que ante la gente no había que mostrarse débil y por el otro , yo, en mi intento de ser "normal", había tenido un par de experiencias bastante desagradables que me confirmaron que el mundo no estaba listo para mí o mejor dicho: yo no estaba aún lista para él. Entre las ilusiones de toda chica de 16 años, está por supuesto el tener un novio, y es que en esa época lo normal es sentir el despertar de las hormonas; sin embargo entre que mi madre me había metido en la cabeza que los hombres eran unos desgraciados y que yo veía a mis amigas sufrir por escuincles inmaduros y mocosos a lo puro tarugo y por puras taradeces (al menos a mí, así me lo parecía); decidí que lo mejor era olvidarse del tema amoroso y dedicarse solo a la diversión. 


Para no hacerles el cuento largo, a los 18 años conocí a la que sería mi primera maestra, yo ya había investigado y devorado por mi cuenta cuanta información brujeril caía en mis manos (la cual no era tan fácil de obtener como hoy en día); había fabricado ya mis primeras runas, sin saber siquiera lo que eran (simplemente un día, me dió por ir a recoger piedras y pintarles los símbolos); tenía una baraja de tarot que me decía muchas cosas y a la vez nada, me gustaba prender velas solo por verlas arder y quemar inciensos porque me hacían recordar situaciones y lugares; así que un día mi mamá ante la preocupación de que su hija se creía bruja me llevó con su amiga; esta señora realizaba sus consultas por medio de cuarzos; un cuenco lleno de cuarzos consagrados eran su oráculo, y entre todo lo que me dijo (ya que me habló de mi transitar por este mundo en otras encarnaciones en todas las cuales he recorrido el camino mágico); me habló del tema amoroso. Debo decir que a pesar de mis intereses brujiles, nunca hice ningún tipo de hechizo para que alguien se fijara en mí, o para que mi vida mejorara; siendo que incluso por mera casualidad (por decirle de algún modo, ya que para mi nada es casual); o a modo de prueba un día terminé con un mechón de cabellos de un chico que me gustaba en aquel entonces, en mis manos (la de cosas que hubiera podido yo hacer je,je). Sin embargo, algo en mí me decía que no anduviera haciendo experimentos.


Gracias a lo que esta señora me dijo en esa consulta, pude yo comprender el porqué nunca me había enamorado y nunca nadie se había sentido atraído hacia mí para tener una relación seria (al menos así lo veía yo); y es que aunque iba por la vida como si el asunto no me importara, en el fondo deseaba tener un novio con el cual poder salir a dar la vuelta, que me diera besos, abrazos y me hiciera sentir especial (vamos, que soy humana). Gracias a esa consulta, entendí que para que el Amor llegara a mi vida, primero tenía que sanarme a mi misma, limpiarme, quitarme toda la "mugre" que traía yo de otras vidas y de esta. Y sí, tal cual, mientras estaba en pleno aprendizaje, conocí al hombre que me hizo entender el verdadero significado del Amor, un hombre que sin él saberlo, pagó su deuda de otro tiempo conmigo, a la vez que me enseñó mucho y de alguna manera, me preparó para otras relaciones; y es que cuando conocí al que sería mi esposo, yo ya estaba libre de todo prejuicio y me había quitado la máscara; así que a esa relación solo llevé mis miedos (que esos siempre nos acompañarán) y mi esencia de bruja, lo que soy; estaba dispuesta a darlo todo y por lo mismo, estaba ya preparada para recibirlo también todo. Pero si yo me hubiera saltado esa consulta (independientemente de que habría retrasado mi desarrollo espiritual), y me hubiera puesto a prender velas rojas untadas en miel (por decir algo) a tontas y a locas; así hubiera yo acabado con la colmena entera, nunca habría pasado nada; y yo seguiría más sola que la una, añorando en secreto una pareja y fingiendo ante los demás que él tema no me interesa.
Así que mi consejo es, que antes de andar haciendo experimentos, busquen saber el porqué de lo que les pasa, no por ahorrarse unos pesos terminen regando el tepache completo y empeorando las cosas. Antes de pedir amor, dinero, prosperidad o que se les abran los caminos, limpiense ustedes y limpien su entorno. Y si lo que buscan es soluciones fáciles y baratas, lamento decirles que estas no existen, y es que si son tacañ@s, la vida será tacaña también; así como das, recibes. Así que si no quieren gastar en consultas, cursos o materiales, mejor quédense como están; tal vez no mejoren, pero tampoco empeorarán las cosas.
Como siempre espero que esto que escribo les sea útil, con dos o tres a l@s que les caiga el veinte, me doy por bien servida. Que los Dioses los bendigan y protejan.

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